Years & Years: “Night Call” o la libertad de una pista de baile
Luego de la disolución del trío británico, Olly Alexander toma el control de la banda para convertirla en un proyecto solista con su tercer disco.
Por Lucho Darío
Superar una separación nunca es sencillo, más si hablamos de una relación de 10 años. Sin embargo, para Olly Alexander, vocalista de Years & Years, fue la oportunidad para descubrir y explorar una libertad creativa que tenía atrapada debido a las diferencias en el proceso de composición con sus ex compañeros Mikey Goldsworthy y Emre Türkmen.
Con las riendas totales de su ahora proyecto solista, el intérprete británico encaró una evolución personal y musical, mostrando aquello que lo representa y le inspira amor con un nivel de confianza contrario al que se pretendía tras la disolución del grupo.
Así llegó Night Call, tercer álbum de Years & Years, con una fuerte y atrevida invitación a la pista de baile. Para lograrlo, Alexander obtuvo su inspiración de dos fuentes: los años 80, como una época de revolución Pop anclada en sonidos bailables, y su actuación en la serie dramática “It's A Sin” (de HBO), donde interpreta a Ritchie, un personaje queer que entrelaza una línea entre la ficción y la realidad para dar cabida a las vivencias de las personas de la comunidad.
Este último trabajo dista de lo escuchado en Communion (2015) y Palo Santo (2018), sus dos discos anteriores. Con el primero fusionaron un universo visual con sonidos Synth-pop y R&B de forma equilibrada para darle al entonces trío el éxito comercial. Por otro lado, el segundo se caracterizó por sus líricas introspectivas, grandes baladas y la carga emocional de su antecesor, atravesando fronteras y embarcando a Years & Years en una larga gira promocional que incluso los trajo a Argentina durante el 2019.
“Sigo viendo a la banda como el mismo proyecto. Siento que no sólo ha cambiado, sino también yo. Siempre que haces algo nuevo quieres que sea distinto”, comentó Olly al portal L’Officiel México. Con esa determinación, contactó a Mark Ralff (productor responsable del álbum debut y de la esencia sonora del grupo) para que Night Call mantuviera el espíritu primario que lograron con Communion, pero con un aire más fresco, lleno de beats y momentos de alegría.
La presencia de Ralff en el estudio hizo que el cantante fluyera creativamente, aunque no es un artista de costumbres o inmerso en una zona de confort. Su vínculo con el color y el vestuario es parte fundamental de su recorrido, llevándolo hasta un concepto hedonista que plasmó en la portada de Night Call en forma de tritón, representando la tentación del mar que atrae a los hombres con su hermosa figura y bello canto.
De la misma manera, Olly Alexander afronta los momentos cúspide de su carrera: la colaboración con Kylie Minogue en la remezcla de “Starstruck” y para el sencillo “A Second To Midnight” (presentado en el show de Año Nuevo para la BBC). La intención de escribir un show de televisión de terror dentro del género queer que quisiera protagonizar, además de continuar con un espacio dentro de la actuación, están dentro de los planes de este artista.
El futuro de Alexander con Year & Years es promisorio. Ahora, con un nuevo número 1 en el Reino Unido, sale de gira con Goldsworthy como parte de su banda en vivo y tomando este reencuentro como una oportunidad para “tener a un hermano de vuelta”. Así planea reivindicar el Pop para que no sea (como lo expresó el compositor para el semanario musical del Reino Unido NME) “una palabra sucia” y seguir proponiendo dentro del género nuevas reglas en lo que respecta a los artistas abiertamente homosexuales.
Recientemente, Olly lanzó “Hallucination”, un nuevo single en colaboración con el DJ kosovar Regard, que acabó de presentar en el programa The Graham Norton Show y es una de las canciones más utilizadas en TikTok por los usuarios. Si algo dejó claro el cantante es que las baladas se las guardó para el siguiente disco.
