Los 30 años de “Erotica”: el álbum de la discordia de Madonna
En 1992 la reina del pop no sólo sacó a la luz su material más polémico, sino que también fundó su propia empresa multimedia que sólo le trajo disgustos.
Por Sara Fernández
Madonna Louise Ciccone no necesita introducción para esta nota. Su historia, tanto musical como personal, es como un libro listo para desmenuzar en cada etapa.
En esta oportunidad, hablaremos del quinto disco de la cantante: Erotica, que acaba de cumplir 30 años. Esta obra se empezó a gestar en 1991, mientras Madonna se encontraba filmando la película “A League of Their Own”.
El joven compositor y productor Shep Pettibone (con quien la artista había trabajado anteriormente en “Rescue Me”, 1990, y “This Used to Be My Playground”), le envió tres ideas, de las que luego crearon juntos los temas: “Deeper and Deeper” (con guitarra flamenca y en donde se incluye una frase del éxito “Vogue”), “Erotica” y “Bye Bye Baby” (lograda en una sola toma y en donde Madonna asegura que “no es una canción de amor”).
A pesar de que la bailarina venía de un ritmo de trabajo intenso por el film, llevaba encima una libreta llena de letras y melodías, con lo cual, se sentía sumamente motivada para este álbum.
Al mismo tiempo que grababa los temas (también se juntó con el productor André Betts para componer “Where Life Begins”, donde se habla de sexo oral), Madonna y el fotógrafo de moda Steven Meisel creaban el libro “Sex”. Ya entraremos en detalles sobre este ambicioso proyecto.
La realidad es que la sensualidad de Erotica, no fue lograda desde el principio, sino que pasó por varios cambios hasta que a la actriz se le ocurrió crear el personaje de “Mistress Dita” (interpretada por ella misma e inspirada en la alemana Dita Parlo), quien relata al inicio del disco: “Seré tu amante esta noche”.
Su video fue censurado, sólo lo mostraban por MTV pasada la medianoche: “Muchos de los temas que se exploran en mi videoclip no son para niños, de modo que entiendo por qué no pueden emitirlo”, dijo Madonna en una entrevista. Como resultado, la canción sólo alcanzó el tercer puesto en la lista de singles de Billboard.
Si bien Erotica estuvo pensado como un material “sexual”, también posee melancolía y vulnerabilidad, producto de las experiencias personales de Madonna. Así lo demuestran temas como “Bad Girl”, en donde la empresaria prefiere estar ebria antes que terminar una relación, o “In This Life”, en memoria de sus amigos que fallecieron a causa del VIH/SIDA.
El video de “Bad Girl” fue dirigido por David Fincher (quien ya había trabajado para ella en otras piezas visuales como “Express Yourself”) y participó el actor Christopher Walken. Alcanzó el puesto número 36 en la lista de Billboard (el más bajo de todos los singles de Madonna hasta ese momento de su carrera).
A pesar de que la reina del pop quería que el sonido del álbum fuera crudo, como si estuviera “grabado en un callejón de Harlem”, eso no se sostuvo. En la canción “Why's It So Hard”, terminó incluyendo sonidos reggae donde reclama: “¿Por qué es tan difícil amarnos?”.
En plena producción de Erotica, Madonna se embarcó en una nueva película que co- protagonizó con Willem Dafoe: “Body of Evidence”. En la trama, su personaje “Rebbeca Carlson” es acusada de haber asesinado a un hombre en el acto sexual para heredar sus millones. Fue uno de los mayores fracasos cinematográficos de 1993, el cual la descalificó como actriz.
Cuando volvió al estudio para seguir grabando el disco, en vez de interpretar el tema “Goodbye to Innocence”, Madonna empezó a cantar la clásica “Fever”. El equipo, sorprendido por lo bien que sonaba, terminó dejándola en Erotica, pero en una versión house. “Goodbye to Innocence” nunca salió a la luz oficialmente.
Cabe destacar canciones como la balada “Waiting”, en donde la compositora habla del rechazo y el amor no correspondido, y “Thief of Hearts”, donde Madonna se anima al hip-hop y pelea con una mujer por la atención de un hombre.
“Rain” llega para suavizar todo el sonido erótico del álbum, y como su nombre lo indica, la artista compara la lluvia con los sentimientos de amor: “Lava mi pena/ Quítame el dolor/ Tu amor está bajando como/ Lluvia”. La música incluye un crescendo en el final.
“Did You Do It?” es un tema que no estaba planeado, ya que la base es la de “Waiting” y un día Betts comenzó a rapear sobre ella y a Madonna le gustó. Entonces, para más profesionalidad, llamaron a los raperos Mark Goodman y Dave Murphy para grabarla. Esta versión no figuró en la versión “limpia” de Erotica por su contenido explícito.
Por último, “Secret Garden” es la joya que termina de englobar todo el disco. Es considerada la más personal de la bailarina. Con un ritmo jazz-house habla de su vagina: “Un lugar donde puedo nacer/ Está en mi jardín secreto”.
Hubo canciones como “Shame” y “You Are the One” que quedaron fuera de Erotica. Ambas fueron filtradas en internet en julio de 2014 y podés escucharlas en YouTube.
A pesar de haber creado uno de los mejores trabajos de su carrera, Madonna no fue premiada. Sólo ganó dos MTV Video Music Awards por “Mejor Dirección de Arte” y “Mejor Cinematografía”, por el videoclip de “Rain”.
“Sex”: el libro que opacó a Erotica
Todo este deplorable resultado fue por el lanzamiento de su libro “Sex”, un día después de haber sacado el álbum.
Erotica fue el primer disco de Madonna con un aviso parental, por sus letras explícitas, y el primero de liberación absoluta como mujer y artista en una industria puramente machista. “Fue problemático haber sacado Erotica al mismo tiempo que ‘Sex’. Me encanta ese álbum y no se le hizo mucho caso. Todo lo que hice durante los tres años siguientes quedó empequeñecido por mi libro”, declaró Madonna años más tarde en la revista Time.
Muchos se preguntarán por qué la reina del pop lanzó un disco, un libro y un film sexual en simultáneo. La respuesta es que Madonna había fundado “Maverick Entertainment”, una empresa multimedia, junto a Freddy Demann, Verónica Dashev y Guy Oseary (quien en 2005 se convirtió en el manager de la cantante hasta el día de hoy). Ese momento fue uno de los mayores logros de Madonna, ya que le daba el poder de controlar todo lo referido a sus productos, e incursionar en distintos formatos artísticos.
Con respecto a “Sex”, la compositora y Steven Meisel realizaron una sesión fotográfica de 20 mil imágenes instantáneas (inspirada en el book de fotos de 1933, “Paris de Nuit”, del fotógrafo húngaro Brassaï y el diplomático Paul Morand. Las sesiones se realizaron entre Nueva York (en el Hotel Chelsea y Gaiety Theatre) y Florida, donde ella fue retratada en varias calles (casi fue arrestada por estar desnuda), playas y en su casa en Coconut Grove (construída en los años 30). Algunas de esas fotografías fueron robadas mientras el libro estaba en proceso de producción, pero gracias a la intervención del FBI, las recuperaron rápido.
“Sex” (de 128 páginas y con un valor de 49, 95 dólares en aquel momento) fue publicado por Time-Warner y participaron de la sesión de fotografías la actriz ítalo-americana Isabella Rossellini (la hija de Ingrid Bergman), Vanilla Ice (quien acusó a Madonna de no haberle pedido permiso para la publicación y luego quemó la copia que le mandó firmada diciendo que el libro lo rebajaba y avergonzaba), la modelo inglesa Naomi Campbell y el actor alemán Udo Kier, entre otros.
Fue un libro prohibido en Japón por su alto contenido erótico, sexual y homosexual. También mostraba la práctica del BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo), que se realiza hace más de 100 años en todo el mundo.
Era la primera vez que feministas y liberales (que se sumaban a los grupos cristianos) se unían para la condena de “Sex”, ya que decían que era pornográfico y que la bailarina utilizaba la degradación para su provecho personal. “Creo que dicen eso de mí porque a la gente le cuesta creer que una señorita normal y corriente pueda hacerse rica y poderosa y seguir siendo sexy e insolente”, se defendió Madonna.
El libro contenía nada más, ni nada menos, que las fantasías sexuales de la empresaria escritas por ella misma, con su propia letra. Además, incluía un cómic y un álbum con un single inédito hasta el día de hoy llamado “Erotic”, que venía en un envoltorio de preservativo.
En Estados Unidos, “Sex” logró un récord de ventas con 500 mil copias vendidas en una semana. En Europa se vendieron más de 100 mil en tan sólo dos días. En Argentina se publicitó en los diarios de esta manera: “Una oferta acorde con los tiempos del SIDA: mirar es más seguro que practicar”. El precio en Buenos Aires fue de 89 pesos, casi 40 dólares más que el precio original.
Muchas librerías porteñas aprovecharon y sacaron a la calle las viejas fotografías de desnudos de cuando Madonna sobrevivía en Nueva York. En donde más se vendió “Sex” fue en la calle Florida, donde antes del mediodía tuvieron que volver a reponer el stock; en zonas más residenciales, se vendió menos.
“El libro viene escribiéndose desde hace muchos años, cuando la explosiva reina del pop comenzó a cultivar la irritación e inauguró una estética personalísima apoyada en los cimientos más sólidos del show business“, escribió el periodista Víctor Hugo Ghitta, en el diario argentino La Nación.
“Sex se trata sobre el sexo. El sexo no es amor. El amor no es sexo. Pero lo mejor de ambos mundos surge en el instante en que se encuentran. El amor es algo que hacemos. Pásalo. Este libro no condona el sexo sin seguridad. Se trata de fantasías que he inventado, como la mayoría de los seres humanos, cuando dejo fantasear mi mente, cuando me dejo ir yo misma, raramente pienso en condones”.
“Mis fantasías tienen lugar en un mundo perfecto, un lugar sin SIDA. Desafortunadamente éste no es un mundo perfecto y yo sé que los condones no sólo son necesarios, sino obligatorios. Todo lo que vas a ver y a leer es una fantasía, un sueño. Si hiciera mis sueños realidad, sin duda usaría condones. El sexo seguro salva vidas. Pásalo. Nada en Sex es cierto. Todo es invención mía”, relata Madonna al inicio del libro.
Por supuesto, hubo protestas en contra de la cantante donde gritaban: “Vergüenza”, mientras sus fans la apoyaban, en su mayoría mujeres, gays y negros; y más de uno aprendió a salir del clóset, se educó acerca del sexo y a cómo cuidarse gracias a “Sex”.
Por toda la repercusión y los ataques contra ella (llegaron a mandarle 200 cartas por día amenazándola de muerte, al igual que a su entorno, e inventaron que tenía SIDA), Madonna estuvo deprimida y con ideas de irse a vivir a Europa.
“Por cada persona que no le gustaba el libro, había mil que la querían. No lograba levantarle el ánimo. Estaba hecha polvo”, confesó el novio de la compositora en ese entonces, Jim Albright, al periodista inglés Andrew Morton. Ella se mostraba fuerte en público, pero en privado estaba desesperada.
“Sex” fue un antes y un después en la carrera y en la vida personal de Madonna. “Hasta entonces era simplemente una persona creativa que trabajaba y hacía cosas que me inspiraban y creía que inspirarían a otras personas. Después de aquello, de repente cambié mi modo de ver la vida en general”, reflexionó años después.
La bailarina militó por la lucha contra el SIDA en todas sus formas, pero su mensaje no fue bien recibido, sino lapidado. Aún así, el libro se convirtió en uno de los más vendidos de todos los tiempos, con 1, 5 millones de copias vendidas en todo el mundo.
“The Girlie Show”: el tour que prometía más controversia
En septiembre de 1993, Madonna salió de gira para presentar Erotica con “The Girlie Show”. Fueron 20 conciertos en cuatro continentes con entradas agotadas.
Los shows fueron dirigidos artísticamente por el hermano de la empresaria, Christopher, y se inspiraron en musicales de Bollywood, danza tailandesa, la película “Trapecio” (1956), como así también films de Marlene Dietrich y Louise Brooks.
El espectáculo fue de temática burlesca circense y trabajaron con cinco coreógrafos distintos, uno de ellos fue Gene Kelly, a quien eligieron para que desarrollara el tema “Rain”. La prensa cuando se enteró de su presencia en los ensayos, bromeaban con los titulares: “¿Puede Gene Kelly salvar la carrera de Madonna?”.
Kelly no captó la idea que la artista quería y tuvo que ser despedido. Ella también se encargó de hacer los castings personalmente buscando bailarinas de caño, donde recorrió clubs de strip-tease en Florida y Nueva York. Además, Madonna tenía un entrenamiento de tres horas para ponerse en forma todas las mañanas, luego iba al estudio en Los Ángeles para trabajar con los bailarines (fueron jornadas de 17 horas de labor).
Los cambios de vestuario eran mil quinientos en cada concierto y 140 mil kg de equipo para montar en cada presentación. “The Girlie Show” se había convertido en una apuesta riesgosa y costosa.
En el transcurso del tour, cancelaron su concierto en Israel por las protestas de los judíos ortodoxos por el contenido sexual del espectáculo. Madonna llegó a tener una discusión por teléfono con su padre Silvio, en donde él le dijo que deseaba que dejara de “ser tan picante” y que estaba avergonzado, no por lo que ella hacía sino por lo que la gente decía sobre ella.
La reina del pop estaba furiosa con todo el mundo, algo que dejó ver cuando estalló en el programa de “The Late Show with David Letterman”. Le habían dado un guion explícito para la entrevista que pusiera incómodo a Letterman (con actitudes por demás groseras, insoportables y asquerosas). “Gustas a la gente cuando eres escandalosa”, le dijeron los productores del programa.
“Estaba terriblemente enfadada por lo sexista que es la sociedad en que vivimos. Enfadada con la gente que pensaba de mí que por el hecho de tener una sexualidad no podía tener también talento. La prensa me hostigaba constantemente y me sentía una víctima. Yo atacaba a la gente y aquella noche (en el programa) fue una de esas ocasiones. No estoy particularmente orgullosa de ello”, contó Madonna años más tarde en una entrevista con Mary Murphy, de TV Guide.
A finales de octubre, el cuarto tour de la cantante, la llevó por primera vez a Buenos Aires. Realizó dos shows en el Monumental (Estadio River Plate) que incluía en escena a siete músicos, dos coristas y ocho bailarines. Se hospedó en el hotel “Hyatt” (hoy “Four Seasons”), pero frente a toda su polémica con “Sex” y Erotica, muchas personas comenzaron a atacarla mediáticamente.
El primero fue el arzobispo de Buenos Aires en aquel momento, el cardenal Antonio Quarracino, quien la acusó de "blasfema y pornográfica" y le pidió a Carlos Saúl Menem (el presidente), que no la recibiera. Días después, Eduardo Bauzá, el secretario general de la Presidencia, anunció que Menem no se reuniría con Madonna. De todas formas, nadie del equipo de la compositora había solicitado una cita con él, así que el anuncio fue innecesario por parte del Gobierno.
El segundo obispo decidido a insultar a Madonna fue Osvaldo Musto, quien fue más lejos y quiso prohibir sus actuaciones. Como no pudo lograrlo dijo que los católicos que vayan al show, al otro día debían ir a “confesarse”. También se sumó Jorge María Storni (presidente de la organización “Tradición, Familia y Propiedad”), que pidió que suspendan los conciertos, ya que la intención de la artista era "socavar los fundamentos del orden social".
Alejandro Molinas (el asesor de “Menores e Incapaces de la Cámara Civil”) solicitó a la jueza civil Marcela Pérez Pardo la suspensión de los shows que atentaban contra "la intimidad y la conciencia religiosa". El pedido fue desestimado y se ordenó que los menores de 13 años debían ingresar al estadio acompañados de una persona mayor.
“Nadie me comprende. Yo infrinjo las reglas. ¿Por qué no lo entiende la gente?”, se quejó Madonna a una amiga íntima entre tanto revuelo.
A pesar del circo ridículo que ocasionaron todos esos hombres, la empresaria dio sus conciertos en River el 30 y 31 de octubre. La fueron a ver 50 mil personas, el campo estaba completo, no había separación como ahora entre el campo VIP y el campo general, y la entrada fue de 35 pesos.
El look de Madonna era andrógino, de cabello rubio corto. En el show pasó todo lo que les molestaba a aquellos señores: sadomasoquismo, erotismo, cultura de otros países, simulación de orgía, concientización del SIDA, y la reina del pop simulando ser hombre. Llegando hacia el final del concierto, la estética se suavizó más.
Madonna hasta dio a elegir al público argentino entre Evita o ella, claro que en broma, y se animó a cantar el estribillo de “Don’t Cry For Me Argentina” (un guiño hacia los productores del proyecto de la película “Evita”, que tomaría años en realizarse, y que aún no tenían a la protagonista).
El show terminó muy enérgico, como una fiesta, con Madonna con la camiseta de Argentina puesta. “Recuerdo estar de salida, ir caminando a la altura de la torre de sonido y ver a mi viejo con el perro a upa bailando”, cuenta Carlos Arcuri, un fan que la fue a ver cuando tenía 17 años. Sus padres lo habían ido a buscar con su perro: “Llegaron para ‘La Isla Bonita’ y los dejaron entrar a ver el final del concierto. Fue hermoso”, dijo el fan.
“La fuimos a ver todos. Había un cura que fue a decir que ella tenía el demonio adentro y fue a exorcizar la cancha de River”, contó la fan Sandra “Madonna” Amato. Fernando García, el periodista, escritor y crítico cultural, también estuvo allí: “Había muchos gays, que en ese entonces no era común que se visibilicen, y vi muchas chicas lookeadas en las distintas etapas de Madonna. El show estuvo muy impactante, a mí me bajó la presión y casi me desmayo. Recuerdo que me había gustado más que el de Michael Jackson (que estuvo en el mismo año, el ocho de octubre). Ella concentró toda una época”, expresó.
Después de todo, la compositora venció el ejército de críticas. Puede gustarte o no, pero los números y el resultado avalan que el mundo eligió ver algo distinto, verdadero y así liberarse.
El 26 de abril de 1994 salió a la venta “Madonna: The Girlie Show- Live Down Under” (Concierto en Australia), en VHS y laserdisc. Se vendieron más de 500 mil copias. En enero de 1995, lanzó su segundo libro: “The Girlie Show”, que tiene fotografías del concierto y fotos artísticas de la cantante que ilustran la inspiración que tuvo para la gira.
Resolución y actualidad
En 2008, 16 años después, el Salón de la Fama del Rock and Roll nombró al disco Erotica como uno de los más revolucionarios de todos los tiempos. Confirmando así la importancia musical y cultural que aportó Madonna como mujer a finales del siglo XX.
La hostigación hacia la figura de la empresaria de 64 años, continúa hoy en día. Tanto así que recientemente compartió en Instagram una foto de ella en donde un fan la defiende: “Paren de hacerle bullying a Madonna por disfrutar de su vida”.
Mientras siguen tratando de opacarla con noticias opinando sobre su cuerpo, la reina del pop festeja su legado a lo grande con el lanzamiento de “Finally Enough Love: 50 Number Ones”, remixes inéditos de “Bad Girl” y “Fever”, “Deeper and Deeper”, “Rain” (en celebración de los 30 años de Erotica); y colaboraciones con Beyoncé (“BREAK MY SOUL, THE QUEENS REMIX”) y Tokischa (“Hung Up”). También sacó a la luz dos versiones de la canción que la catapultó a la fama hace casi 40 años: “Everybody”.
El espíritu de Madonna sigue siendo el mismo que cuando empezó: “La gente pensaba que un día se despertarían y yo ya no estaría allí, pero se equivocaban… nunca me iré”.