Enrique Iglesias: El Final de una experiencia religiosa
Con nuevo disco después de seis años, el cantante español aborda su despedida a lo grande. Acá todos los detalles de su exitoso recorrido.
Por Lucho Dario
“Nunca he hablado ni un inglés ni un castellano perfecto, pero me siento cómodo y siempre he escrito en ambos", responde Enrique Miguel Iglesias Preysler (más conocido simplemente como Enrique Iglesias), cada vez que le preguntan por qué canta en inglés, si es de origen español. Asimismo es su sonido, una mezcla de pop, baladas, ritmos latinos y géneros urbanos, que ha sabido explorar en su carrera hasta llegar a Final (Vol. 1), su último álbum de larga duración luego de seis años.
Sin embargo, aunque haya parecido un hiato estuvo lejos de serlo y lo demuestra en este corte, como un compilado extravagante de hits mundiales acompañado de canciones inéditas. Además, el cantante madrileño escudriñó su portafolio desde 2016 para revivir “El Perdón” y “Duele el corazón”, dos exitosas colaboraciones que logró junto a Nicky Jam y Wisin con las que tuvo suficiente para llegar al top de las listas y explotar los servicios de streaming.
El disco también trae su tema pegadizo de principios de 2017: “Súbeme la radio”, en compañía de Zion y Lennox, con la que revalidó su condición de número 1 del verano; y cierra la lista con sus dos canciones más importantes de 2018: ”El baño (feat. Bad Bunny )”y “Move to Miami (feat. Pitbull)”.
Desempolvar temas con reproducciones de más de nueve cifras en plataformas digitales para construir un álbum con aires de despedida, no es capricho ni casualidad. Desde los 22 años, Iglesias no sólo entiende la fórmula del éxito y la aplica en cada proyecto musical, sino que fluye conforme a los cambios que plantea la industria.
“Si tu te vas/El dolor me comerá/Ni un día más/No podré vivir sin ti”, así iniciaba en 1995 la prometedora carrera del compositor saboreando el primer puesto de la lista del Billboard latino, cosa que le quedó gustando.
Le siguieron “Experiencia Religiosa”, “Trapecista”, “Por Amarte” y “No Llores por Mí”, incluidas en su primer disco homónimo con el que vendió alrededor de 6 millones de copias, editado en italiano y portugués, galardonado con el Grammy a Mejor álbum pop latino. No es de extrañar que la dupla de álbumes posteriores abonaran el terreno que lo llevaría directo al mercado americano.
Cerca de empezar el nuevo milenio, Enrique Iglesias ya tenía una lista de canciones reconocidas como para soportar un concierto entero, ubicándolo en el lugar ideal para publicar su segundo disco homónimo, pero esta vez en inglés. Con Enrique (1999), el también productor, consolidó su carrera a nivel mundial y la selló con una impecable actuación en el medio tiempo del Super Bowl junto a Phil Collins, Christina Aguilera y Toni Braxton.
La cereza que le faltaba al pastel llegó en 2001 con Escape y el tema “Hero” (videoclip protagonizado por la actriz Jennifer Love Hewitt y el actor Mickey Rourke), momento en el que Enrique confirmó el valor de los sencillos poderosos para impulsar un álbum; tanto así que entre 2002 y 2007 soportó su carrera con tres canciones: “Quizás”, “Be With You” (video protagonizado junto a la actriz de American Pie, Shannon Elizabeth) y “Dímelo”.
Su discografía estaba compuesta por piezas en inglés versionadas en castellano y viceversa hasta la publicación de Euphoria (2010), su primera larga duración bilingüe, cosechando dos éxitos fundamentales: “Cuando Me Enamoro”, secundado por Juan Luis Guerra; y “I Like It”, con su fiel compañero Pitbull. Con ese panorama, regresó con Sex And Love cinco años después, su disco más seductor, diverso en sonidos y dueño de “Loco (feat. Romeo Santos)”, “El Perdedor (feat. Marco Antonio Solís)” y “Bailando”, uno de los videoclips más reproducidos en la historia de Youtube.
Ahora, luego de 25 años deslizándose entre géneros y manteniendo el ritmo en una industria cada vez más competida y atravesada por los algoritmos, el llamado “Rey del pop latino” sorprende con el anuncio de un posible retiro. Es así como llega a Final (Vol.1), álbum que proyecta con dos volúmenes y, como es costumbre, con el primero rompió todos los récords que él mismo ostentaba.
Además de los temas mencionados, sus caballitos de batalla son el hit del verano “Me pasé”, junto a Farruko, con bases de electrónica y la buena vibra que ha caracterizado los últimos trabajos de Iglesias; y “Pendejo”, que también tiene un estilo fiestero pero con la lírica melancólica propia de su discografía.
En este punto, es difícil vislumbrar una cúspide en la carrera del español, incluso con la antesala de un posible retiro. Enrique Iglesias es el artista latino más grande de toda la historia, según Billboard. Además, está embarcado en una exitosa gira por Norteamérica junto a otra leyenda como Ricky Martin y tiene a su público con la expectativa puesta en la segunda parte de Final.
Puede que este sea simplemente otro apartado en su extensa lista de números 1, porque como le dijo el cantante a la Rolling Stone: “No significa que voy a dejar de escribir canciones, pero tal vez haga las cosas de manera diferente. Un disco es un libro y cada tema es un capítulo. Ojalá pueda publicar más capítulos en un futuro”.