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Dolores O’Riordan: a cinco años de su fallecimiento

Recordamos la partida y el legado musical de la cantante irlandesa, que persiste a pesar del paso de las generaciones.

Por Leticia Arieta

Todo el mundo de la música se vio sacudido cuando, el 15 de enero de 2018, Dolores O’Riordan fue encontrada muerta en el cuarto de un hotel en Londres a sus 46 años

La vocalista del grupo The Cranberries era un ícono de la cultura alternativa, que ayudó a definir una generación de artistas en los noventas y se convirtió, junto a su banda, en el mayor exponente de rock de origen irlandés junto a U2

La muerte de O’Riordan no fue pacífica y el hecho fue manoseado mediáticamente. Con la poca información disponible sobre el fallecimiento y su historial de salud mental, distintos rumores comenzaron a esparcirse rápidamente para venderse a tabloides británicos

Política, sensible y enigmática, la compositora llenó estadios alrededor del mundo con hits eternos como lo son “Dreams” (1993) o “Ode To My Family” (1994), dos de las canciones que rankean entre las más escuchadas en el Spotify de The Cranberries. 

Desde su infancia, Dolores causaba revuelo con su voz. A sus cinco años, el director de su escuela la escuchó cantar y la llevó a la clase de música con los chicos de 12 años. Poco después comenzó a tomar clases de piano y aseguró que quería dejar de lado el colegio para poder escribir y cantar. Sus tíos pudieron ver su talento y cuando creció comenzaron a llevarla a pubs para que cante.

El grupo creado en 1990 fue el proyecto de vida de la cantante, donde combinó el grunge (que venía de Estados Unidos) con la música tradicional irlandesa. Rápidamente, los discos de The Cranberries se convirtieron en los más vendidos de su país

Los temas de la banda eran personales y en ocasiones buscaban representar el ambiente político de la época, como lo fue su mayor hit “Zombie”.

La canción fue inspirada por el atentado de Warrington (Reino Unido) en 1993, donde dos niños fallecieron a manos del Ejército Republicano Irlandés Provisional (IRA). Si bien “Zombie” era una protesta a la fuerza paramilitar, se convirtió en un himno antiviolencia. Luego de un par de semanas de su lanzamiento, el IRA puso un alto al fuego y el tema logró su cometido

Dolores O’Riordan sufría de trastorno de bipolaridad y tuvo una niñez cruda que involucraba abuso sexual y estrés postraumático: “Tengo muchos secretos sobre mi infancia”, confesó en una entrevista a Rolling Stone en 1995. 

La nacida a principios de los setentas en Ballybricken no sólo trabajó con The Cranberries. En 2007 firmó con Sanctuary Records y lanzó su primer trabajo solista: Are You Listening?, un álbum que describió como “oscuro y personal”. Tan sólo dos años después sacó su segundo disco, No Baggage.

A pesar de todo, allegados a O’Riordan declararon que ella respondía a su tratamiento para la bipolaridad y que se la veía bien, incluso se encontraba trabajando en otro álbum del grupo

En la semana previa a su fallecimiento, la artista había armado planes para reunirse con productores para su proyecto musical paralelo D.A.R.K. (junto a Olé Koretsky y Andy Rourke), y hablar de los nuevos compromisos con The Cranberries.

El 15 de enero de 2018, Dolores fue encontrada ahogada en la bañera del hotel London Hilton. Se encontraba en Inglaterra, para realizar sesiones de grabación para una nueva versión de su canción “Zombie” (con la banda estadounidense de metal Bad Wolves). 

La información de los forenses indicó que la muerte de la cantante no había sido “sospechosa”. Sin embargo, por precaución, se realizó la autopsia correspondiente

Frente a la desinformación sobre la verdadera causa del fallecimiento de Dolores O’Riordan, el diario estadounidense Santa Monica Observer escribió que una fuente de la policía británica les informó que se habían encontrado restos de fentanilo (un fuerte analgésico similar a la morfina) en el cuarto –droga que se llevó a otras estrellas de la música como Prince y Mac Miller–. 

Si bien la noticia fue desmentida, el daño ya estaba hecho y durante meses circularon rumores de una sobredosis y un posible suicidio. Esta hipótesis no parecía del todo ilógico para algunos, ya que la compositora de “Linger” había intentado quitarse la vida con pastillas en el 2013, tras confesar que había sufrido abuso sexual en la infancia.

Ph: Andy Earl

El 6 de septiembre de ese mismo año, finalmente se hicieron públicas las pruebas de toxicología realizadas y otros detalles sobre la escena. Se encontraron en el cuarto del hotel restos de alcohol –cinco botellas miniatura y una botella de champagne– coincidiendo con la autopsia de O’Riordan, que indicó que tenía un nivel de alcohol en sangre de 3.3 gramos por litro. Esto se vio acompañado de un pequeño nivel de medicación, que posiblemente era la de su tratamiento por bipolaridad.

En términos judiciales se llegó a la conclusión que (a pesar del historial de la frontwoman de The Cranberries) se trataba de un trágico accidente en el cual, tras el efecto sedante del alcohol, se ahogó en la bañera.

El funeral de Dolores tomó tres días de duelo en toda Irlanda y además de un servicio reservado para su familia y amigos cercanos, fans de todo el país pudieron acercarse a su ataúd para prestar sus condolencias, dejarle regalos de todo tipo y verla una última vez. 

La muerte de la cantautora fue una gran pérdida para la industria de la música, inicialmente porque el trágico hecho provocó la separación de su grupo principal

En 2019, el disco final de The Cranberries (In the End), fue realizado con las últimas tomas que se habían hecho en las sesiones de grabación, combinándolas con demos para finalizarlo. 

Dolores O’Riordan dejó un legado artístico único. Lanzaba temas abiertamente políticos y era transparente en sus entrevistas. Decenas de artistas mujeres la toman como referencia, manteniendo esa herencia musical siempre viva a través de nuevas generaciones que aún la escuchan.