La cantante estadounidense regresa con un disco que promete hacerte llorar y bailar al mismo tiempo.

Por Leticia Arieta

Con una corta pero exitosa carrera en el peleado rubro pop, Amanda Ava Koci (mejor conocida como Ava Max) venía prometiendo un álbum hace casi un año, cuando se lo comentó a una periodista durante el evento anual “Billboard Women in Music”. La espera fue larga, pero finalmente Diamonds & Dancefloors salió a la luz. 

Desde el anuncio del lanzamiento en junio del 2022, la artista nacida en  Milwaukee no tardó en hacer públicos cinco singles hasta dos semanas antes de tener el disco completo. “Maybe You’re The Problem”, “Million Dollar Baby”, “Weapons”, “Dancing’s Done” y “One Of Us” fueron elegidos para ser los adelantos promocionales.

Diamonds & Dancefloors consta de 14 canciones de música dance-pop. Max comentó a Zane Lowe, en Apple Music 1, la temática de su reciente trabajo: “Este álbum es sobre mi vida y por lo que pasé el año anterior. Hará que quieran llorar y bailar al mismo tiempo”. 

Si bien el material dio sus frutos, no todo fue fácil para la compositora de 29 años, ya que la fecha de lanzamiento de Diamonds & Dancefloors  tuvo que posponerse varias veces. Inicialmente iba a ser publicado el 14 de octubre del 2022, luego el primero de septiembre, pero el 17 de octubre Ava contó en sus redes sociales que todo su disco había sido filtrado. Finalmente, todo el trabajo fue lanzado de manera oficial el pasado enero, sin ningún tipo de cambio. 

Más allá de toda esa problemática, la cantante hizo de sus temas bailables un escape de la realidad adulta. Las letras hablan de rupturas y desamor, como así también de empoderamiento, como las canciones “In The Dark” o “Dancing’s Done”.

Un constante musical de Ava Max –que es casi su sello característico y le hizo ganar hits como “Kings & Queens” y “My Head & My Heart” en 2020– es interpolar melodías y samplear, y Diamonds & Dancefloors no fue la excepción. El tema “Million Dollar Baby” utiliza un extracto de “Can’t Fight the Moonlight”, de LeAnn Rimes, de la película “Coyote Ugly” (2000). A su vez, “Ghost” surge del hit de Janet Jackson, “Together Again” (1997).

Desde el ingreso de la artista al mainstream, el uso de este recurso ha sido cuestionado por muchos que alegan que no tiene integridad artística, siendo que casi todos sus éxitos surgen de algún sample o interpolación de otro hit. Sin embargo, Max parece desestimar estas críticas y seguir utilizando este elemento clave para la producción de su reciente álbum. 

En una era donde el algoritmo de Tiktok decide quién está en el Billboard 100, la compositora apuesta a canciones más largas –como “Million Dollar Baby”, “Sleepwalker” o “Maybe You’re The Problem”, los primeros tres tracks– que no suenan a estar pensados para un trend de baile. El resto del disco sí sufre de esta tendencia moderna, de recortar todo a tres minutos, o menos, para lograr más reproducciones.

Otra de las controversias por las que pasó Ava fue su supuesto parecido con Lady Gaga. Ya sea por su sonido dance-pop o sus extravagantes looks en la alfombra roja, por las que fue blanco de las críticas desde su debut hasta hoy. 

Si bien las influencias a Gaga son claras en la producción del primer álbum de la cantautora (Heaven & Hell, 2020), en el reciente Diamonds & Dancefloors esas mismas desaparecen y podemos ver algo más original, que la aleja de una de sus mayores referentes. 

El reciente disco de Ava Max es una mezcla de tracks ochentosos, con inspiración en el europop y la década del 2010, que al día de hoy, la mayoría superan las 10 mil millones de reproducciones en Spotify. 

Como Dua Lipa con Future Nostalgia (2020) o –para irnos incluso más atrás en el tiempo– Taylor Swift con 1989 (2014), la artista apuesta a un nuevo status dentro de la industria del pop. Está claro que con Diamonds & Dancefloors, Max busca establecerse como una performer en su totalidad, logrando separarse de las comparaciones que sufría durante la era de su primer álbum. 

Si bien le queda mucho camino por recorrer, la cantante aún tiene tiempo y está encaminada a, si así lo desea, quizás convertirse en un ícono de la música pop como algunas de sus colegas. 

Diamonds & Dancefloors es un paso firme en la carrera de Ava, que marca un antes y un después en sus temas, acercándola a la idea de componer de manera más personal, y obvio, más exitosa.