El dueño de Guitar Legends Hall nos contó cómo creó el primer museo del rock en Europa.

Por Sara Fernández

Guitar Legends Hall, el primer museo del rock en Europa, se inauguró hace dos meses y no para de crecer en audiencia y en calidad respecto a la cantidad de guitarras que posee en su exhibición. 

Entrevistamos a su creador, Juan José Castellano, quien nos contó en profundidad cómo nació este proyecto que llegó para quedarse, nada más ni nada menos que en la Ciudad Condal. 

–¿Cómo comenzó tu pasión por la música y cuándo empezaste a coleccionar guitarras?

Juan José Castellano– Mi pasión por la música fue desde siempre, cuando tenía 13 o 14 años tuve mi primera guitarra. En principio no me lo tomé en serio, en aquel momento este instrumento estaba más de adorno que de otra cosa. 

La pasión por el rock y la guitarra realmente empezó cuando tenía más o menos 30 años. Si bien ya tenía varias guitarras en mi haber, poco a poco comencé a coleccionar, hasta tener la cantidad que hoy pueden ver en el museo. Una de las primeras que compré fue hace cinco años, la Les Paul de Slash, que pueden verla en la exhibición. 

–Algo que notamos al visitar Guitar Legends Hall es que no es sólo para los fans del rock o las guitarras…

J.J.C– Lo que se buscaba con el museo era ampliar un poco el público, porque aficionados a la guitarra hay muchísimos. Había que intentar vestirlo de alguna manera para que sea atractivo el recorrido. 

La guitarra es el epicentro de todo, pero forma parte de la historia de la música. Entonces, lo que pretendíamos era colocar este instrumento dentro de lo que ha formado parte: la historia del blues, del rock, los festivales y los grandes conciertos. Forma parte de todo un poco. La idea no era sólo colgar guitarras en la pared, sino que la gente pudiera participar y que se sienta inmersa en la historia. 

–¿Cómo es el proceso de comprar instrumentos de artistas internacionales? ¿Es mediante subastas o contactos cercanos?

J.J.C– Es como todo, empezar poco a poco, conociendo gente y hacer contactos. En mi caso, nunca he comprado ninguna guitarra en subastas, porque las mismas encarecen mucho las piezas y las empresas que las llevan a cabo cobran muchas comisiones. 

Normalmente, las guitarras más conocidas o con más repercusión se suelen subastar en Inglaterra o en Estados Unidos. Como estamos en Europa, luego hay problemas de IVA e importaciones, entonces he preferido no entrar nunca en subastas. Pero sí que he optado por contactarme a través de coleccionistas en USA, Alemania, Italia y Francia. He comprado guitarras en todas partes y la verdad es que hay muchos coleccionistas de confianza porque en ese mundo, como en tantos otros, también hay muchas falsificaciones y a veces aparecen cosas que ni siquiera eran legítimas de los artistas. Tienes que tener mucho cuidado con los coleccionistas con los que te relacionas.

He ido comprando en una red muy concreta, donde le he pedido a alguien el contacto específico para poder comprar. Al final es eso, todo por contactos. Lo mejor es saber específicamente qué quieres.

–Notamos que hay dos guitarras (una Ovation Adamas Gibson de 1980 y una 250 Stratocaster Moto de Gibson de 1995) de Richie Sambora, el mítico ex guitarrista de Bon Jovi. ¿Cómo fue conseguir las de él?

Contacto directo no he tenido con Sambora. En general, es muy difícil llegar a los artistas. No suelen abrirse a mucha gente. Lo que sí es verdad es que tengo un contacto cercano a Richie, quien le solicitó que estaba interesado en una guitarra suya, porque él tiene muchísimas. Pero también sabía que había vendido muchas de ellas. 

Richie Sambora es una de las pocas personas que ha ido vendiendo sus guitarras, hay otros que nunca han vendido nada, como James Hetfield ​​​(de Metallica). En cambio, Kirk Hammett sí. Los artistas también son coleccionistas. 

En el caso de Sambora, pregunté abiertamente si estaba dispuesto a vender algo y qué era lo que quería vender. Así fue como él ofreció la Ovation que es acústica y fue la que grabó su Unplugged de MTV (1992) con Bon Jovi y además ha estado con él mucho tiempo, tanto como cuando estuvo con la banda y luego en su etapa solista. Es una guitarra que él firmó antes de entregarla. También tenemos la 250 Stratocaster, que era suya personal, nunca la usó en shows, pero que tenía al lado del piano de su casa. Ahora mismo estoy negociando alguna que otra cosa con él, que espero que durante este año pueda conseguir y exponer también.

–Cada vez que adquirías las guitarras, ¿tocabas alguna canción con ellas?

J.J.C– Por supuesto. Es inevitable. Si bien las he podido disfrutar un momento, las he vuelto a guardar, porque al fin y al cabo muchas de ellas son piezas irrepetibles y no quieres que les pase nada. Intentas conservar, dentro de lo posible, su integridad. 

Crear Guitar Legends Hall fue una salida para mí de que todos puedan disfrutar de las guitarras y así está pasando. 

–¿Cómo surgió montar el Museo en el Gótico?

J.J.C– Cuando surgió la idea de montar la exhibición no tenía en mente nunca algo tan grande. La idea inicial era hacerlo en una sala pequeña donde pudiéramos tener música en directo y que todo girase a través de estas guitarras de colección. 

De museos no tenía ni idea, aún sigo aprendiendo, y contraté una empresa especialista en museística, que construyen y gestionan museos de todo tipo. Les presenté la idea, la colección y el proyecto. Entonces, ellos desarrollaron un concepto y sobre eso salió un presupuesto muy grande. La inversión era mucha y para eso luego necesitas tener mucho público. 

Habíamos pensado montar Guitar Legends Hall en el Born, pero ese barrio está rodeado de museos, entre ellos el de Picasso y el MOCO. Por desgracia, allí grandes locales no había ninguno y nos fuimos moviendo hacia una zona donde había mucho tráfico de personas. 

La verdad es que el Gótico tiene muchísimo movimiento, por la Rambla y por la Catedral, entonces todos los turistas que visitan Barcelona pasan por allí prácticamente. Más allá de estas ventajas, allí encontramos el lugar adecuado. 

Un local que había sido un centro comercial, con 1400 m2, tres plantas, da a dos calles, para temas de salida de seguridad era perfecto. El motivo principal era buscar un local grande para la historia que queríamos contar y por lo tanto necesitábamos espacio. 

No podíamos ir a un barrio alejado del centro de Barcelona porque nos hubiera costado mucho que la gente visite el museo y la verdad es que la zona de Ciutat Vella es muy buena por las zonas peatonales, donde mucha gente pasea y además reúne muchos puntos de interés. Por eso decidimos quedarnos en el Gótico. Aunque parece que estamos en un lugar turístico y que también fue pensado de esa forma, los números hasta hoy nos dicen que el 70 % de los visitantes que tenemos son locales. Sólo el 30 % fueron turistas, con lo cual, la ciudad ha acogido muy bien este proyecto. 

–Si bien lo que se logró con Guitar Legends Hall es muchísimo, ¿la idea es seguir expandiendo la cantidad de material?

J.J.C– Habrá cosas nuevas en septiembre y octubre. Yo sigo comprando guitarras, cosas interesantes. Se está preparando algo muy chulo para la zona de exposiciones temporales, que a finales de septiembre renovaremos esa zona. Hay nuevas guitarras que van a entrar en la colección. No vamos a parar de renovar todos los espacios. 

Estamos preparando en la zona del bar de blues unos días a la semana para hacer Jam sessions, para que la gente pueda venir a tocar. También queremos que los visitantes puedan tocar algunas de las guitarras que hay expuestas. Las personas podrán interactuar mucho más con este tipo de actividades. 

–Al final del recorrido hay una tienda que también tiene su atractivo…

J.J.C– No queríamos que la tienda fuera sólo comprar llaveros, camisetas y gorras, sino que hubiesen más cosas. Estamos incorporando más para el futuro.

Con respecto a los libros, hemos trabajado mucho para localizar los títulos y las editoriales que tenían una mayor cantidad de unidades y artículos especializados. Por ejemplo, estamos con Taschen, que tiene libros de muchísima calidad, y tenemos dos de ellos expuestos para coleccionistas: el de Bruce Springsteen & The E Street Band y el de Elvis Presley. 

Luego hay una pequeña parte de joyería, donde tenemos anillos y colgantes que son de un artista inglés que trabaja directamente para los artistas. O sea, son las mismas joyas que utiliza Keith Richards, etc. Hemos querido traer algo un poco más en concreto, como lo son también las correas de guitarras. En ese caso el fabricante es un español que trabaja también directamente para los artistas, por ejemplo Joe Perry (de Aerosmith).

–Suelen armar eventos con bandas tributo de rock, pero, ¿es posible que en un futuro vengan algunos de los artistas y se presenten en vivo en el museo?

J.J.C– Creo que el año que viene será un buen año para Guitar Legends Hall, porque seguro tendremos visitas internacionales asociadas a las marcas de guitarras que exponemos como Gibson y Fender. La idea es crear eventos especiales, reducidos, porque en sí el museo no es grande. Pero sí nos gustaría hacer firmas para los fans, etc. Es algo que se tiene que organizar, aún estamos trabajando en ello. 

Cada artista es diferente. Hay algunos que pedirán que la exhibición esté cerrada, otros sólo con prensa, y así depende las condiciones que ellos pongan. Para nosotros lo importante es que vengan a conocer el museo.

Richie Sambora es una de las personas que esperamos que pase por Guitar Legends Hall, se está hablando con él para intentar traerlo de visita. 

Queremos ser un punto de referencia del rock en Europa. La idea también es generar espacios de encuentro como Masterclass, habrá una en septiembre de hecho, competencias de solos para guitarristas en España, con un jurado muy especial. Seguiremos generando este movimiento en torno a la guitarra y en la música en Barcelona y esto al final se traducirá en conocimiento alrededor de Europa. 

Podés sacar tus entradas para visitar Guitar Legends Hall por este medio: