Connie Ballarini: “Hay que estar conectado con lo que te genera placer”

La comediante pasa por España y se presentará en Barcelona el martes 21 y el miércoles 22. En una charla exclusiva, hablamos de todo un poco.

Por Sara Fernández

Connie Ballarini es comediante, actriz, podcaster, youtouber e instagrammer, entre muchas otras habilidades. Su público no para de crecer en los teatros, tanto con su espectáculo “Las Chicas de la Culpa” (junto a Malena Guinzburg, Fernanda Metilli y Natalia Carulias) y ahora con su unipersonal que pasará por España. Las paradas serán primero Barcelona, con funciones el martes 21 y el miércoles 22 (esta última agotada) en el teatro Golem’s, y luego Madrid, el jueves 23 (agotado). 

Nos comunicamos por teléfono con Connie, quien nos habló de cómo se siente hoy en día con todo este crecimiento profesional, su fabuloso podcast “Correo no deseado”, el psicoanálisis y su particular conexión con el público.

–¿Cómo definirías a la Connie de hoy?

Connie Ballarini– Inquieta. Con todo lo que eso implica de bueno y de malo. 

Bueno porque todo el tiempo quiero buscar cosas nuevas y divertirme. Por otro lado, eso también hace que al estar buscando, por momentos, me quita la tranquilidad de disfrutar el momento. Como que quiero más todo el tiempo. 

–Muchas veces la gente tiene miedo de salir de su zona de confort. En tu experiencia, tomaste un hobby que hoy te permite sostenerte económicamente y también disfrutar. ¿Qué consejo le darías a esas personas que no se animan?

C.B– La verdad es que yo no me tiré a la pileta, de hecho soy muy cagona, pero tengo la capacidad de hacer mucho por lo que me gusta. Entonces, mientras tenía mi trabajo que me daba una seguridad económica y también mental, iba haciendo stand-up como hobby. 

Hubo un momento en el que me empecé a dar cuenta que podía bancarme económicamente con eso. Una vez que comencé, me esforcé por sostenerlo. Pero la verdad es que nunca pensé que iba a ser más que un hobby, sólo que me encantó y cada vez me iba tomando más tiempo.

Cuando algo te ocupa no sólo el tiempo, sino también tu cabeza, de alguna manera eso va creciendo y podés vivir de lo que te gusta.

–Cuando decidiste dedicarte de lleno al stand-up, ¿te importó la opinión cercana (familia, amigos)? Además de eso, al exponerte tanto, ¿fue difícil tener citas? ¿Te benefició o hubo momentos que sentiste que te jugó en contra? 

C.B– Todo creció sin darme cuenta. Sí o sí tuve que dejar otras cosas para continuar con la comedia. De repente, sin pensarlo, estaba viviendo 100 por ciento de esto. No quiere decir que hacía sólo stand-up, si no que también hacía trabajos de guion, etc. 

Me importaba lo que decían mis allegados, porque yo recién había terminado de estudiar una carrera universitaria (farmaceútica), que me había ocupado un montón de años de mi vida y sacrificio. En lugar de dedicarme a eso, comencé algo nuevo y la gente no lo podía creer. Además de la incertidumbre que te genera todo lo artístico. 

La verdad es que yo me llevaba más por lo que tenía ganas en ese momento. Hay que estar conectado con lo que te genera placer y eso también puede cambiar. Pensar que porque estudiaste una carrera, eso va a ser para toda la vida, me parece que es un lugar cómodo, pero no sé si tan feliz. 

Con respecto a la exposición, no soy consciente de ella. Tampoco es que soy re famosa, entonces, no me afectó en nada en mis relaciones sentimentales. 

–“Las Chicas de la Culpa” superó los cinco años de actividad. ¿Qué significa para vos este proyecto que sigue llenando salas? 

C.B– Siento que es como nuestra empresita de humor. Es más, te voy a decir nuestra empresa, porque empezó como un kiosko y ahora somos un supermercado. 

Estamos aprendiendo un montón porque es algo muy complejo y hermoso al mismo tiempo, es como un programa de televisión, pero en teatro. Cada función es distinta y estamos buscando cosas todo el tiempo para divertirnos y generar desafíos para nosotras mismas. 

Estoy feliz y orgullosa de lo que hemos logrado. También es un placer trabajar con amigas y que además son comediantes que admiro. 

–“Correo no deseado” surgió de un despido de trabajo imprevisto en la radio. ¿Sentís que fue tu sanación luego de un mal momento? 

C.B– Es otro hijito. Me parece hermoso como de la mierda terminó siendo algo que amo. No sabemos cuánto va a durar este podcast, pero sí queremos seguir haciendo cosas con Male Guinzburg porque nos entendemos. 

Hay algo que es muy importante, y esto lo aprendí por la mala experiencia que tuve en la radio, que es potenciarte con tus compañeros de trabajo y más en el humor, es fundamental. Hay que entenderse y tener un mismo código. 

Es magia lo que ocurre en “Correo no deseado”, lloramos de la risa. Es un laburo que nos divierte mucho y además es muy placentero. No me importa estar trabajando un día entero para eso. 

–Tu trabajo requiere de mucha energía y hacerle pasar un buen momento al público, pero uno a veces no tiene un buen día o puede estar triste por alguna razón. ¿Cómo lo manejás cuando te pasa? 

C.B– Sí, requiere mucha energía. Al día siguiente quedo agotada y muchas veces no estoy pasando un buen momento. 

Me pasó recientemente, que a mi abuela la estaban internando y estaba muy mal. Posteriormente terminó falleciendo, pero yo tenía dos funciones en el Teatro Maipo, era re importante estar ahí y yo estaba triste. 

En esos momentos hay algo mágico, entrás como en otra dimensión arriba del escenario y te cambia la energía. A veces entro súper cruzada y salgo renovada. Al mismo tiempo, previamente me agarra miedo de salir y hacerlo mal, pero la verdad es que termina teniendo un buen desenlace. 

–¿Vas a la/ o el psicólogx? Si es positivo, ¿lo recomendarías a cualquier persona?

C.B– Sí, voy a la psicóloga. Toda mi vida hice terapia y me analicé, pero no todo el tiempo. Hay momentos. Tampoco creo en ese fanatismo de tener que sostenerlo durante años. También hay cosas alternativas como la meditación y el yoga que ayudan. 

Es muy importante para mí tener ese espacio de terapia por la exposición y porque no caigo en lo que me pasa. Es muy fuerte todo este crecimiento profesional y está bueno acompañarlo del análisis, lo veo sano y confortable. 

–Vas a estar en España, primero en Barcelona y luego en Madrid. ¿Cómo te preparás? 

C.B– Me iba de vacaciones a Europa y dije: “No puedo pasar por España y no hacer funciones”. Terminé armando una gira, ¡soy muy manija! Me gratifica y me encanta hacerlo. No quiero pensar tanto ahora, para no ponerme nerviosa. Pienso cómo será el público y si me van a querer. Me agarran inseguridades como a todo el mundo. 

Ph: Instagram Connie Ballarini

–Tenés tu agenda de presentaciones hasta fin de año. Recorrerás distintas provincias de Argentina y visitarás Uruguay. ¿Qué mensaje le querés dejar a tus fans que tanto te apoyan? 

C.B– Sí, tengo toda la agenda ahí tapadísima, que cuando voy viendo las fechas que me van pasando y dice: “Agotado”, ¡me agarra un vértigo! 

Estoy muy feliz y agradecida con el público. Soy muy consciente de que es muy difícil llenar un teatro y también todo lo que implica para alguien ir a verte. Desde comprar la entrada y elegir pasar esa noche con vos para reírte. 

Capaz que una persona está pasando un momento de mierda y ese es el único momento en la semana que tiene para pensar en otra cosa y divertirse; entre todo ese lío te elige a vos. Es muy fuerte.

Amo mucho estar en contacto con la gente, de hecho me encanta charlar en el show un poco. ¡Me divierto mucho! Más allá de las funciones en vivo, también por redes sociales. Siento que de alguna manera nos conocemos, hay un ida y vuelta. Nos acompañamos con la risa, porque eso también es un diálogo. 

Aún podés sacar tus entradas para ver a Connie Ballarini por este medio: