A.K.A.: “Mi próximo EP es más político, lo opuesto al primer álbum”
La cantante argentina nos habló de lo que fue su primer material, “Goodnight, Sweetie”, y del que vendrá en 2023: “What about heaven”.
Por Sara Fernández
Micaela Lubschik, conocida artísticamente como A.K.A., tiene 29 años y este año lanzó su primer disco Goodnight, Sweetie. El camino no fue fácil para la artista independiente y nos contó todo vía Zoom: desde la elección de su nombre artístico, hasta cómo se mudó del sur a Buenos Aires a cumplir un sueño que tuvo que pausar para sanar. Eso no es todo, sino que ya adelantó su próximo EP (What about heaven) con la canción “Pray for You”, en donde cambió de manera radical sus preocupaciones.
En esta entrevista vas a conocer un poco más de la compositora, quien dio un pantallazo interesante de quién es, qué propone y qué busca en su camino musical que promete paso a paso.
–Viviste en Bariloche unos años y luego volviste a Buenos Aires, ¿cómo fue esa decisión de pasar de vivir rodeada de la naturaleza a volver a la gran ciudad?
A.K.A.– Fue una decisión muy personal en principio irme de la ciudad, porque estaba atravesando un momento muy duro. Estaba estudiando música en Buenos Aires y tuve un problema personal muy fuerte que me angustió mucho. Mi mamá estaba viviendo en Bariloche y repentinamente decidí irme para allá.
En el sur depuré un montón de cosas internas y también me acerqué más a la búsqueda que tenía de grabar mi primer álbum. Tenía los temas y estuve conociendo un montón de músicos, para ver si podía llevarlo a cabo, pero no encontré la oportunidad de hacerlo allí.
De todas formas, me sirvió vivir esa etapa para poder procesar todo lo que me había pasado y volver a Buenos Aires para finalmente poder grabar.
–¿Por qué A.K.A. como nombre artístico?
A– Es una pregunta que me hago a diario. Arrancó siendo un chiste, porque en inglés la sigla significa “also known as”, que es para anticipar el apodo de alguien. Me parecía gracioso que yo no tuviera ningún nombre artístico y que al mismo tiempo esa falta de identidad lo hiciera un poco más anónimo.
Mi interés con la música es muy natural y genuino, no sé si me interesa ganar una identidad artística extravagante. Así que me pareció un nombre divertido y con el tiempo la gente lo fue asociando con distintas cosas, fue súper interesante eso también.
Hay personas que asocian A.K.A. con el arma (AK-47) y hay algo de eso, no necesariamente de lo violento, sino como una puesta de actitud que tiene el proyecto en general. Hoy el nombre se está convirtiendo en otras cosas, porque eso es lo hermoso de la música, cuando la gente le da su interpretación y lo convierte en un significado nuevo.
–¿Sentís que este nombre es definitivo? ¿Lo cambiarías en algún momento?
A– Siento que es muy definitivo. A lo mejor si algún día tengo otro proyecto va a tener otro nombre, pero sería algo muy paralelo.
–¿Cuándo tomaste la decisión de grabar tu disco Goodnight, Sweetie?
A– Definitivamente fue cuando volví del sur a Buenos Aires, a finales del 2019, principios del 2020. Estaba muy decidida a hacerlo, pero fue todo un proceso. Dar con el productor y conocer las personas con las cuales iba a grabar, me costó mucho llevarlo a cabo.
En ese entonces me puse de novia y a través de mi pareja conocí a mi productor de ahora, Joaquín Bañuelos. Le mostré las ideas y comenzamos a elaborar las canciones, para luego grabarlas en 2021. Finalmente en abril de este año salió a la luz el álbum.
–En septiembre del 2021 comenzaste a adelantarlo, con el tema “Higher Ground”, luego le siguieron las canciones “Loser” y “41.10”, ¿podrías contarme un poco acerca de ellas?
A– De por sí, Goodnight, Sweetie tiene un rejunte de temas muy viejos y cosas que en ese momento se sentían más recientes. Como primera elección, “Higher Ground” fue la última canción que yo había hecho en ese período y me sentía más identificada con ese mensaje que con los otros temas.
Me pasó algó parecido con “Loser” y “41.10”, que sentía que eran canciones más nuevas y que habían ganado en la producción texturas que me resultaban muy modernas y frescas. Entonces, por eso fueron buenos adelantos del disco conceptualmente.
Hubo muchas ideas también, la decisión de los singles no fue fácil, pero terminó quedando así.
–¿Con qué canción de Goodnight, Sweetie te quedarías y por qué?
A– “41.10” es mi tema favorito, porque es el que tiene menos posibilidades de envejecer. Se logró algo muy profundo con él, fue el que más se transformó con el tiempo. Le tomé un amor mucho más fuerte que con los demás porque me costó mucho llegar a ese punto, pero claro que todas las canciones me encantan.
–¿Por qué la tapa del álbum es una cajita musical?
A– Es un símbolo de la infancia. La conseguí en un mercado de pulgas y la foto se la hice en casa. Me gustaba la idea de representar algo que tuviera que ver con la niñez y con la noche, como un momento de intimidad. Al mismo tiempo es siniestro… al menos me da esa impresión. Resumió bien para mí mostrarlo como algo simbólico y que tiene mucho que ver con mi infancia y las cosas que me han pasado.
Un detalle no menor es que la caja está rota y el espejo un poco salido. Quería que eso se viera.
–El tema “Pray for You” es el adelanto de tu próximo EP: What about heaven. Contame un poco de qué va este nuevo material.
A– El nuevo EP saldrá en 2023 y tendrá cuatro canciones. Lo siento más político, todo lo opuesto al primer disco que fue muy personal.
What about heaven habla de estar preocupado por cuestiones políticas, culturales y sociales, a nivel universal. Este lanzamiento ha sido un upgrade, para poder hablar de otras cosas que no tuvieran que ver conmigo. Al escribir fue algo que no me salía, entonces fue un desafío.
El EP tiene un sonido muy diferente, un poco más electrónico y pop. Sin perder el toque medio alternativo que tengo.
–Hacer música en inglés en Argentina es una decisión difícil, ¿cómo lo llevás?
A– Es muy difícil y es una pena que así sea.
Hacer música en inglés para mí no es intencional. Mucho de lo que sale cuando me pongo a componer es muy intuitivo, no es una elección, es una cuestión sonora.
No hago música pensando en que puede pegar más si canto en inglés, sino por el sonido. Toda mi vida escuché música en ese idioma, aunque hoy en día también me abro a la posibilidad de incursionar más en el español.
Soy muy consciente con mi decisión de cantar en inglés y trato de mantenerme fiel con lo que me sale y hacerlo. Si hago algo forzado, se va a notar, entonces prefiero que sea un material que realmente transmita algo y yo confío que la música lo va a hacer. No importa el idioma, de esta forma encontrará su camino.